El impacto del coronavirus en el mercado lácteo
El Ocla relevó la situación en Argentina. La demanda se mantiene a pesar de las restricciones; las empresas simplificaron la oferta de productos.
La semana pasada, las condiciones de los mercados internacionales de lácteos empezaron a cambiar drásticamente tras la imposición de las nuevas restricciones para los hogares consumidores de todo el mundo.
En Argentina, las organizaciones de la industria láctea tuvieron que adaptarse rápidamente a nuevas formas de trabajo y a nuevos desafíos, casi a diario, de acuerdo a un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina.
Las recolecciones de leche continúan de manera normal, con procesadores que brindan pautas actualizadas para garantizar la seguridad tanto de los conductores de tanques como de los productores.
El Ocla recordó que nos acercamos al pico en el ciclo de producción de leche pero -aclaró- la capacidad no parece ser un problema, salvo que se generen interrupciones.La demanda minorista se ha mantenido elevada para la leche fresca y los productos lácteos clave como el queso, la manteca y los quesos para untar. En respuesta, los minoristas y los fabricantes han simplificado las ofertas de productos para ayudar a aliviar la presión sobre el rendimiento. También hay informes de que algunos de los volúmenes vendidos anteriormente a través del servicio de alimentos se han desviado a los canales minoristas, lo que ayuda a aliviar algunas presiones de flujo de caja.
La mayor preocupación para aquellos fabricantes que abastecen a los mercados minoristas o industriales, donde la demanda se mantiene en niveles superiores a los normales, es la continuidad del suministro. Cualquier necesidad generalizada de autoaislamiento del personal podría tener serias implicaciones. Podría afectar seriamente la capacidad de una línea de procesamiento para industrializar leche. Las redes de transporte entre el tambo, la fábrica y el minorista también se verían interrumpidas sin acceso a conductores calificados.
Comercio y cadena de suministro
Las exportaciones parecen estar relativamente poco afectadas, aunque surgieron algunos problemas aquí y allá. Los controles fronterizos dentro de la UE ralentizaron las entregas, la preocupación por la cuarentena limitaba la disponibilidad de los conductores y las dificultades para acceder a contenedores refrigerados para envíos al extranjero.
Sin embargo, hay informes de que la acumulación de barcos en los puertos chinos está disminuyendo a medida que las restricciones se están levantando gradualmente. Esto debería reducir la presión sobre la disponibilidad de contenedores en el futuro. Para ayudar al transporte sin problemas del producto se incluye la introducción de carriles de transporte “verdes” en el continente y la relajación de los límites de horas de trabajo del conductor, tanto aquí como en la UE.
En general
Si bien estamos comenzando a ver que las cadenas de suministro se adaptan para garantizar que los alimentos se sigan produciendo y entregando a los consumidores, sigue habiendo una gran incertidumbre. Los compradores dudan en comprometerse, sin saber cuál será la demanda futura: qué productos se necesitarán, dónde se comprarán y en qué niveles. Mientras tanto, los procesadores de lácteos no tienen tendencias históricas que los guíen en qué o cuánto producto fabricar.
Quedan muchas incertidumbres, y en el corto plazo es probable que causen un alto grado de volatilidad en los mercados.
Fuente: Noticias AgroPecuarias