¿Es posible sembrar trigo en verano?
Si bien el cultivo de trigo es de invierno y progresa en su desarrollo con días largos, presenta una alternativa de siembra estival a través del uso de cultivares de ciclo muy corto sin requerimiento de frío, alta precocidad y baja sensibilidad a fotoperiodo.
Actualmente varios cultivares de ciclo corto tienen estas características, y el manejo del cultivo debería considerar una densidad de siembra mayor y un aporte de nutrientes de acuerdo a una menor expectativa de rendimiento con respecto a la siembra convencional de invierno.
En el NEA la fecha de siembra estival evaluada y sugerida va desde la primer quincena de febrero hasta la primera quincena de marzo, de manera de ubicar el cultivo dentro del periodo libre de heladas tratando de ubicar el principio de llenado de grano lo antes posible antes de la primera helada en cada zona.
El desarrollo del cultivo está condicionado a la temperatura ambiente, por ello, comparado con el ciclo invernal, los días a floración se reducen a unos 65 días aproximadamente desde siembra, dependiendo de la temperatura. Cuando el cultivo supera el momento de antesis e inicia el llenado de granos, no debería sufrir heladas de magnitud antes de llegar a la madurez fisiológica. Por lo tanto, la limitante de esta época de siembra son las heladas tempranas que condicionan tanto el periodo crítico como el llenado de granos, provocando disminuciones de rendimiento y calidad.
Es importante usar una mayor densidad de siembra apuntando a unas 300-400 plantas/m-2, así como un menor distanciamiento entre surcos debido a la menor capacidad de macollaje. De esta manera se pretende cubrir rápidamente el suelo, aumentando su capacidad de interceptar la radiación, así como también la capacidad de competencia frente a las malezas.
Los cultivares de CC utilizados en esta experiencia, entre otros, fueron:
Ceibo
Cambium
Fuste
Buck Saeta
Klein Nutria
Klein León
ACA 906
Klein Tauro