Argentina consume el 93% de la carne que produce
La caÃda gradual del precio de la hacienda, el atraso cambiario, las retenciones y la falta de exportaciones hacen que la crÃa de ganado sea un negocio poco atractivo debido a la falta de rentabilidad de la actividad, según lo advirtieron voceros de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
“El atraso cambiario que llega a 30% y las retenciones de 15% vigentes para la exportación de carne vacuna restan competitividad a la actividad que, a su vez, perdió mercados externos de volumen”, explicó a Comercio y Justicia Miguel Schiariti, presidente de la entidad. “Como prácticamente no se exporta, no por las restricciones sino porque no hay negocios rentables, la producción de carne se vuelca al mercado interno, donde el empresario afronta suba en los costos que no puede amortizar en la plaza local y tampoco en la externa”, dijo. Y agregó: “Entonces, la pérdida de competitividad de las exportaciones argentinas hace que el negocio de la cría deje de ser atractivo”.
Todo ello, según lo que explicó el especialista, hace que el criador de hacienda vaya perdiendo incentivos para aumentar la productividad lo que, por lo tanto, repercute negativamente en el nivel de producción.
En ese sentido, el último informe de Ciccra -difundido ayer- advirtió que “es dable esperar que en el futuro cercano caigan las inversiones productivas (verdeos, pasturas), lo que haría caer también la producción y, por supuesto, la recuperación del stock”.
“Al mismo tiempo, el aumento del precio del maíz de los últimos meses modificó la relación entre el alimento y el producto final (novillo/maíz) desalentando la suplementación o engorde a corral realizado por los productores, quienes se verán obligados a terminar sus novillos a campo dado que la ecuación se torna negativa”.
De acuerdo con el trabajo sectorial, el valor de la hacienda no puede seguir creciendo “debido a que el negocio de la industria frigorífica argentina se encuentra imposibilitado de exportar. Concretamente, enfrenta aumentos sistemáticos de costos en pesos y en dólares que no son correspondidos por los precios internacionales de los cortes vacunos (a lo que hay que agregar el importante atraso cambiario que repercute en los valores de compra de hacienda y en la existencia de un derecho de exportación de 15%), lo que se traduce en una importante pérdida de competitividad que genera la caída de los volúmenes exportados y el aumento de las cantidades volcadas al mercado doméstico”, señala el estudio.
Según Ciccra, la participación del consumo interno en la producción total de carne vacuna llegó a 93% en el acumulado de 2012, cuando un año atrás era de 89,5%. Lógicamente, estos 3,5 puntos porcentuales los perdieron las exportaciones.
Perspectiva climática
La actividad no está exenta de la influencia del clima. Las condiciones que se registran, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, inducen a los dirigentes de Ciccra a pensar en que los daños en la producción, la mortandad de terneros en la presente campaña y la mala alimentación de las vacas que impactará en el nivel de preñez para el próximo ciclo “hará disminuir la cantidad de terneros para el próximo año y generará una prolongación de la crisis de la industria frigorífica que, al no aumentar la oferta ganadera para faena, deberá seguir trabajando a pérdida o con márgenes que sólo permiten mantener operando pocos establecimientos.
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