Ejecución del Plan Nacional contra la tuberculosis bovina
El Senasa emitió una normativa para el Plan. Es de cumplimiento obligatorio y se implementa de manera gradual en tambos y cabañas. La enfermedad es de frecuente transmisión al hombre, especialmente en las explotaciones lecheras. Se registra un descenso en la detección de la enfermedad del 6 al 1%.
Con la aplicación gradual y en forma regionalizada de su Plan Nacional de Control y Erradicación de Tuberculosis Bovina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) busca erradicar la enfermedad de la República Argentina.
La tuberculosis bovina constituye un problema para la salud pública ya que, al tratarse de una zoonosis, es de frecuente transmisión al hombre, especialmente en las explotaciones lecheras dado el mayor contacto con los animales. A pesar de que el huésped primario es el bovino, también afecta a otras especies de animales tales como caprinos, ovinos, porcinos, camélidos, cérvidos, caninos y felinos.
“Actualmente las detecciones de presencia de la enfermedad decrecieron, del 6,9% al 1%, en los diez millones de cabezas que se faenan anualmente en las 165 plantas de faena habilitadas a nivel nacional por el Senasa, según los análisis que realizamos”, informó Pedro Torres, responsable del Plan Nacional de Control y Erradicación de Tuberculosis Bovina del Senasa.
El especialista agregó que “a nivel de tambos ya tenemos más de 6.900 rodeos – unos dos millones de vacas en producción - certificados como libre de la enfermedad de los cuales el 90% corresponde a la lechería”.
Como su nombre lo indica, el cumplimiento del Plan - cuya vigencia comenzó el 1º de junio pasado en el marco de la Resolución 128/2012 - es de carácter nacional y el ingreso en él es obligatorio para la totalidad de los tambos y cabañas de leche de bovinos, caprinos y ovinos, y las cabañas de carne de bovinos y caprinos. Comprende además a las especies porcina, camélida y cérvida.
“Con el cambio de la normativa pasamos de un sistema voluntario a uno obligatorio. Además se incorporaron al Plan los tambos de especies ovinas y caprinas, que en el sistema voluntario no estaban, y las cabañas de carnes bovinas y caprinas que tampoco estaban en ese sistema”, señaló Torres.
El Plan prevé que los programas regionales, que podrán ser de control, erradicación y/o zonas libres, utilicen el sistema de vigilancia epidemiológica en faena. Este sistema incorpora la información provista por la inspección veterinaria en frigoríficos y mataderos, a efectos de lograr la caracterización epidemiológica de la enfermedad en el país.
Asimismo, los mecanismos de certificación oficial de la sanidad de los establecimientos ganaderos involucrados permitirán mejorar las posibilidades del sector agroalimentario en la competencia en los mercados internacionales de carnes, lácteos y derivados respecto de aquellos países que controlan y erradican la enfermedad.
El Senasa tiene previsto, además, llegar con este Plan “al sector que produce lácteos pero que no exportan su producción y los que están vinculados a la agricultura familiar”, dijo Torres.
“Con esta Resolución el Estado Nacional establece un marco regulatorio que va a favorecer tanto al sistema de exportación como a la producción para el mercado interno”, finalizó el responsable del Plan Nacional contra la Tuberculosis del Senasa.